Geriátrico Privado Revisión Y Opiniones

Geriátrico Privado es un establecimiento ubicado en Gral. Hornos 902, Buenos Aires, Argentina, que ofrece servicios de atención y cuidados para personas de la tercera edad. Con un horario de atención al público, Geriátrico Privado brinda asistencia 24 horas al día, los 7 días de la semana, a través del teléfono +54 11 4303-1837.

El geriátrico se encuentra situado en una zona de fácil acceso, lo que facilita las visitas de familiares y amigos. El personal está capacitado para brindar atención médica, así como asistencia en actividades cotidianas, tales como higiene, alimentación y recreación.

Sin embargo, algunas opiniones sobre el geriátrico reflejan que la calidad de las instalaciones y el trato al paciente no cumplen con las expectativas. Aunque se destaca la ubicación y la disponibilidad del personal, se han mencionado deficiencias en la limpieza y el mantenimiento de las habitaciones y áreas comunes. Además, hubo comentarios sobre la falta de actividades recreativas y de entretenimiento para los residentes.

Por otro lado, algunos visitantes han expresado su satisfacción con la atención médica y el cuidado personalizado que reciben los residentes. Se destaca la profesionalidad y dedicación del personal de enfermería, así como la disponibilidad de atención médica especializada.

Geriátrico Privado es un establecimiento que ofrece servicios de cuidado y atención para personas de la tercera edad, con una ubicación accesible y disponibilidad 24/7. A pesar de algunas críticas sobre la calidad de las instalaciones y la falta de actividades recreativas, se reconoce la dedicación del personal en la atención médica y el cuidado personalizado.

Geriátrico Privado
CÓMO LLEGAR AHORA
LLAMAR: +54 11 4303-1837

Dirección: Gral. Hornos 902, Buenos Aires, Argentina

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Opiniones de Geriátrico Privado

Las opiniones sobre el Geriátrico Privado son abrumadoramente negativas. ”Supermalo este lugar” es solo el comienzo de una serie de críticas desgarradoras. Los visitantes expresan su descontento con la calidad de la atención médica, la actitud del personal y las condiciones generales del geriátrico. Frases como ”Engaña” y ”Casa del terror” revelan la profundidad de su desilusión.

El personal médico es objeto de duras críticas, con comentarios que van desde ”La medica dice ser psiquiatra tiene cara de loca y te mira con desprecio” hasta acusaciones de medicación inapropiada que dejó a un pariente ”siempre en la cama” y sin fuerzas para realizar actividades básicas.

La falta de higiene es otra preocupación principal, con menciones explícitas de ”ESCOBA”, ”contagio con escabiosis (sarna)” y la aparente falta de baños adecuados para los residentes. El descontento se extiende a las condiciones de vida, con referencias a ”todos hacinados” y la percepción de que ”les usan la ropa para otros internados”.

Sin embargo, entre las críticas más severas, hay una pequeña luz de esperanza con un comentario que sugiere que ”las empleadas hacen lo posible para darles una buena atención a los ancianos”. A pesar de todo, esta opinión aislada no parece contrarrestar la avalancha de reseñas negativas.

Las experiencias compartidas por los visitantes revelan un cuadro desolador en el Geriátrico Privado. Desde malas prácticas médicas hasta problemas de higiene y condiciones de vida inaceptables, parece que el lugar no cumple con las expectativas mínimas para el cuidado de personas mayores. Las críticas son tan contundentes que incluso se compara el lugar con una ”casa del terror” y se insta a evitarlo a toda costa.

En última instancia, las opiniones dan fe de una realidad desgarradora en el Geriátrico Privado, llevando a la conclusión de que el establecimiento representa un riesgo para la salud y el bienestar de sus residentes.

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